25 de marzo de 2015

Dina Cardozo participó de la presentación de "Memoria en Movimiento" en el Encuentro de la Palabra

El programa de la Secretaría de Comunicación Pública incluye una colección de voces de detenidos-desaparecidos. Ayer se presentaron tres libros: El porqué de mi lucha (Avelino Bazán), Siempre tu palabra cerca (Joaquín Areta) y Compañero camarada (Mario Galli).

Por Silvina Friera

La vigilia empezó en el Encuentro de la Palabra, cuando las últimas luces del crepúsculo camuflaron el paisaje de Tecnópolis. “La memoria está en permanente movimiento, poniendo en evidencia nuestras contradicciones, la forma de pensarnos y soñar nuestro futuro”, propone Memoria en Movimiento, un programa de la Secretaría de Comunicación Pública que incluye una colección de voces, imágenes y testimonios orientados a desplegar la palabra viva de los actores sociales y políticos que resistieron la dictadura cívico-militar. Tres textos permiten volver a escuchar un puñado de reflexiones y poemas escritos bajo el imperativo de las urgencias: El porqué de mi lucha del dirigente minero jujeño Avelino Bazán (desaparecido el 26 de octubre de 1978), Siempre tu palabra cerca del militante montonero Joaquín Areta (desaparecido el 29 de junio de 1978) y Compañero camarada, de Mario Galli, ex integrante de las Fuerzas Armadas que se sublevó en 1972 para sumarse después a Montoneros (desaparecido el 12 de julio de 1977). Dina Cardozo Bazán, sobrina de Avelino –representante de Madres y Familiares de detenidos-desaparecidos de la provincia de Jujuy–, Jorge Areta, hijo de Joaquín, Marianella Galli, hija de Mario, y el senador del Frente para la Victoria Juan Manuel Abal Medina participaron de la presentación de los libros.

“La extrañeza de la memoria en movimiento es la extrañeza que tiene la literatura”, señaló Verónica Torras, coordinadora del Programa, antes de cederle la palabra a cada uno de los familiares. Dina, la sobrina de Bazán, reconstruyó la biografía de su tío. “Estuvo en las luchas mineras desde muy jovencito. Era un visionario que no tenía preparación educativa, pero veía más allá de lo que vemos los demás”, afirmó su sobrina que leyó un fragmento de El porqué de mi lucha, escrito durante su cautiverio en la cárcel jujeña de Villa Gorriti. “Mi mayor aspiración estaba dirigida a que el gobierno comprendiera de una vez, que sin control del Estado sobre la producción jamás lograríamos un autoabastecimiento de los recursos más elementales para nuestra industria metalúrgica –plantea Avelino desde las páginas del libro–. En ningún momento pensé que la expropiación de la mina por el gobierno sería la solución. ¡No! Esa medida sólo traería un perjuicio mayor tanto económico como social. La mina debía continuar la explotación como hasta ahora, pero con una dirección compartida por el Estado y con control de la producción basada fundamentalmente en las necesidades del país y el mantenimiento de una explotación racional y una distribución equitativa de beneficios con quienes colaboran a su explotación y producción. Estas premisas no podrían concretarse por la vía sindical, sino por intermedio de un gobierno constitucional fuerte.”

Dina hablaba con la certeza de quien consigue detener el olvido. “Los caminos lo llevaron a cruzarse con Luis Aredez, que fue intendente de la ciudad de Libertador General San Martín. Mientras Avelino es secretario de Trabajo, le toca hacer inspecciones en las empresas de Blaquier. Avelino exigía que se cumplieran todas las normas de trabajo y Aredez exigía que Blaquier pagara los impuestos. Y tal vez eso fue los que los llevó a estar desaparecidos hoy en día.” La sobrina de Bazán advirtió que hay que lograr enjuiciar la pata civil de la dictadura. “No fue sólo (Carlos Pedro) Blaquier, (Vicente) Massot; la revista Para Ti o Ford, fueron muchas empresas y ahora monopolios que tienen las manos manchadas con sangre. Yo digo siempre que esta es la segunda década ganada porque la primera fue la de Perón y Evita. La tercera década tiene que ser iniciada con juicio y castigo a los cómplices civiles de la dictadura y a todos los que cometieron delitos económicos.”

Jorge Areta, el hijo de Joaquín, comentó que su padre desapareció cuando tenía 22 años y que los poemas que integran ahora el libro Siempre tu palabra cerca fueron escritos en una pequeña libreta roja entre 1977 y 1978. “Néstor Kirchner leyó un poema de mi papá en la Feria del Libro en 2005: ‘Quisiera que me recuerden/ sin llorar ni lamentarse...’ aquel poema que cuando murió Kirchner se vio como un epitafio.Con la historia de mi papá me sucede que quizá es más grande el mito que lo que hay que contar de su vida. Su militancia fue corta”, explicó Jorge. “Siempre pensé en los familiares que querían recuperar los restos de los desaparecidos como una cosa medio morbosa, algo que no me interesaba porque los que no conocimos a los desaparecidos no necesitamos eso... Hoy pensaba que la literalidad de los huesos es igual de potente que las palabras, es la primera vez que lo pienso en 37 años... Estas palabras que estaban en una libretita muy frágil en realidad siguen abriendo preguntas y debates”, agregó Jorge y leyó uno de los poemas que más le gustan de su padre, “El gris”: “De los colores humanos,/ el más común es el gris./ En él deambulamos todos./ Grises son nuestras pasiones,/ nuestros vicios, nuestras lealtades./ La lucha cotidiana es gris,/ silenciosa, oculta, masiva. Debemos moldear el gris,/ nuestra misión es cristalizarlo,/ enfrentar los grises a sus contradicciones,/ comparar, elegir, continuar./ Lo único azul, rojo y blanco/ es la imaginación. Y ella debe dirigir/ a los grises’”.

Marianella repasó el itinerario político de su padre. “Mi viejo era militar, era un oficial de la Armada que egresó en el año ’71, pero a diferencia de la doctrina de seguridad nacional que se impartía en ese momento, junto con un grupo de otros oficiales, suboficiales y conscriptos se sublevaron el 17 de noviembre de 1972 en apoyo al general Perón y en contra de la represión. En esa promoción estaban muchos de los genocidas que ahora están encarcelados, como (Alfredo) Astiz, (Ricardo) Cavallo y Suárez Mason hijo. Ellos eligieron el camino de empuñar las armas contra los trabajadores, los estudiantes, pero mi padre no. Cuando escuchamos en los juicios que los genocidas dicen que tuvieron que cumplir órdenes, hubo militares que no obedecieron esas órdenes. No hay excusa, no hay justificación alguna para ellos”, aseguró Marianella. Antes de leer el poema “11 de marzo” completó la biografía de su padre con varios hechos significativos como la expulsión definitiva de la Armada en 1974, el ingreso a la militancia popular de Montoneros y su papel como colaborador de Rodolfo Walsh en la creación de Ancla, la Agencia de Noticias Clandestinas.

“Este es un legado que le debemos a Néstor Kirchner –dijo Abal Medina–. Me tocó acompañarlo a lo largo y a lo ancho de la Argentina y no me canso de repetirlo. Si se encontraba con un familiar de desaparecidos, Néstor se olvidaba de todo el resto, no le importaba que lo estuvieran esperando y se quedaba charlando para saber de sus vidas, de sus historias, de estas cuestiones que el programa Memoria en Movimiento nos permite poner sobre la mesa: el legado de los 30 mil compañeros y el legado de todos los argentinos que seguimos pidiendo con claridad y con firmeza simplemente memoria, verdad y justicia para siempre.”

Fuente - Página 12: http://bit.ly/1HGJ8pl

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